Olmo Garrido, Irene

Da muchísima pena ver a personas recoger las sobras que otras han tirado al contenedor de la basura. Pero aún más pena da que exista gente que tiene de todo y piensa que no tiene suerte en la vida (con "todo" me refiero a un plato de comida cada día, un techo en el que vivir, o incluso más). Las discusiones de pareja no son un problema mayor, no tener el último modelo de móvil que ha salido no es un problema mayor, quedarte sin minutos o no tener llamadas ilimitadas no es un problema mayor. Tenemos tantas cosas a nuestro alcance que ya no valoramos la verdadera esencia de la vida. Ayudar a alguien que lo necesita, sacar esa parte amable, caritativa y desinteresada que todos tenemos. O casi todos. Dejar de ser tan egoístas para prestarnos un poco a los demás. A veces no es necesario dar algo material, simplemente con ofrecer algo de tu tiempo a quien de verdad lo sepa apreciar, es suficiente. No siempre recibirás algo a cambio, pero... ¿qué importa?, el hecho de haber podid

Y que aún existan personas que no entiendan el concepto "amistad"... Cada vez se valora menos esa palabra y su significado. Hoy en día cualquiera cree ser amigo de alguien solo porque han compartido un par de buenos momentos juntos. Pero no es así. Siempre he pensado que un verdadero amigo es aquel que te da todo de sí mismo incondicionalmente. Sin esperar nada a cambio. Lo hace porque así lo siente: es tu cómplice, tu confidente, tu consejero, tu mejor ayudante. Está en ti, saber agradecerlo. Alguien que solo te busca en tus buenos momentos no es un amigo. Los verdaderos compañeros de vida son los que cuando estás en toda la mismísima mierda, se meten contigo y te ayudan a salir de ella. Y cuando estás fuera te ayudan a limpiarte y a seguir hacia adelante sin esperar nada a cambio. Por otro lado, están esas personas tóxicas que, intentan anularte como ser humano. Están llenas de odio y rabia, y te atormentan para hacerte sentir mal. Lo peor de todo es que, esas mismas pe

¿Nunca habéis tenido esa sensación de que algo falla en vuestras vidas? No sé: una falsa amistad, una conversación pendiente, un amor imposible... Y por muchas vueltas que le das a tu cabeza intentando encontrar una explicación lógica a todo ese mal que te atormenta, tu corazón no te deja hallarla. Es como si una fuerza mayor impidiese dar racionalidad a un pequeño éxtasis de locura en tu interior. A veces es que se arregla con una simple palabra. A veces es que te dura para toda la vida. Es esa "espinita" clavada de la que tanta gente habla. Un alma que vive solo por ver vivir a otra alma. El deseo de poder acercarte y gritarle a susurros todo eso que tanto tiempo llevas queriendo decirle. Pero no te salen las palabras. No puedes. No debes hacerlo: y te mata por dentro. El amor imposible le llaman. El que te prohíben, del que intentan alejarte. Ese amor cuya fuerza nace en el mismo sitio en el que muere. En ti. En él. En las miradas fugaces. En las sonrisas escondidas. E

Otro año más. Otros doce meses para reflexionar. Otros trescientos sesenta y cinco días para mentir. Millones de personas para hacerlo, y millones de víctimas para creerselo. Este año, podríamos ponernos como objetivo ser más sinceros. Decir lo que pensamos a la cara, sin miedo o reparo alguno. ¿Qué importa si tu vecina, esa que odias tanto, se entera de que el ruidito que hace a esa misma hora cada día te tiene hasta los cojones? A veces es mejor morir de pie que vivir de rodillas. O eso dicen. Vamos a vivir un poco más: a dejar de pensar en las consecuencias. Vamos a dejarnos llevar. Que nos lleven. No importa donde, ni cuando. Haz una locura. La primera que se te ocurra: y disfrútala. Diviértete, ríe. Ríe hasta que no puedas más. Coge aire, suéltalo... y vuelve a la realidad.