Aún trayendo las consecuencias más horribles...

¿Nunca habéis tenido esa sensación de que algo falla en vuestras vidas? No sé: una falsa amistad, una conversación pendiente, un amor imposible...

Y por muchas vueltas que le das a tu cabeza intentando encontrar una explicación lógica a todo ese mal que te atormenta, tu corazón no te deja hallarla. Es como si una fuerza mayor impidiese dar racionalidad a un pequeño éxtasis de locura en tu interior.

A veces es que se arregla con una simple palabra. A veces es que te dura para toda la vida. Es esa "espinita" clavada de la que tanta gente habla.

Un alma que vive solo por ver vivir a otra alma. El deseo de poder acercarte y gritarle a susurros todo eso que tanto tiempo llevas queriendo decirle. Pero no te salen las palabras. No puedes. No debes hacerlo: y te mata por dentro.

El amor imposible le llaman. El que te prohíben, del que intentan alejarte. Ese amor cuya fuerza nace en el mismo sitio en el que muere. En ti. En él. En las miradas fugaces. En las sonrisas escondidas. En los quiero y no puedo. En el deseo incontrolable de salir corriendo y que el mundo se entere de que, en ese y únicamente en ese momento tú eres libre.

Aún trayendo las consecuencias más horribles...