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Mostrando entradas de febrero, 2017

Rendirse no está permitido

Hace tiempo que dejé de intentar rendirme a la mínima de cambio. Me negué a quedarme quieta, viendo la vida pasar delante de mí, sin ningún propósito en mente, sin ningún objetivo que cumplir. Cuando caí, me levanté, me limpié y seguí hacia adelante con mi mejor sonrisa. Puede que no haya conseguido todo lo que me he propuesto. He tenido que renunciar a muchas cosas que creía que no era capaz de renunciar y, me he dado cuenta de que no me eran imprescindibles. Hoy me alegro de haber renunciado a ellas. A veces, existen cosas, personas, que consideramos "necesarias" para nosotros. Alguien o algo que crees que te hace falta para continuar y, por suerte o por desgracia, en la mayoría de los casos no es así. Toma tu tiempo, cierra los ojos y reflexiona sobre si, todo lo que ahora tienes como primordial, realmente, tiene que serlo. O si, te renta que lo sea. Aleja todo lo que te sea tóxico, en ocasiones duele, es difícil, pero con el tiempo te lo agradeces a ti mismo. Crea t

A ti. Gracias.

Y después de esto, habrá gente que hable... A día de hoy, siento que no necesito más de lo que tengo. Alguien especial con quien compartir mi día a día, en quien puedo confiar: ser un libro abierto sin miedo a prejuicios. Un sentimiento tan recíproco como puro. No necesitamos mucho para sentirnos bien, solo con una charla profunda, en el parque de siempre, en el banco de siempre. Puede que otros no lo entiendan, e incluso nos miren mal al pasar, pero, es hora de mirar por cada uno. Dejar a un lado el qué dirán. Que me la suda si hablan de mi, básicamente. Cada rato que pasa, cada encuentro con otras personas, cada conversación con gente a las que consideraba "amigos" me ha hecho reflexionar sobre el verdadero significado de la amistad. Y, ¿qué es la amistad?, ¿tiene fecha límite?, ¿es que hay alguien que decide cuándo comienza una amistad?. La amistad es un vínculo que se forma entre personas que se aprecian, y que dan de sí de forma desinteresada. Para mí, otra mitad

Seré consecuente

Permanezco aquí, pensando si en realidad merece la pena seguir adelante o rendirme. Dejarme caer. Quedarme quieta y no tirar más del carro. Al menos de éste. Tal vez el problema no sea el carro, ni el peso que lleva, sino el hecho de tirar sola de él. Tengo la cabeza en otro lado, no consigo concentrarme. Entonces me miras y, seguidamente, observo todo lo que me rodea. Vivo en una burbuja de la que no tengo la menor idea de cómo salir. Respiro hondo, saco una sonrisa e intento continuar. Aún no lo sabes, pero esto se acaba. Se acabaron las miradas cómplices, las risas compartidas, los paseos por el parque, darse la mano... "Necesito tiempo", "necesito espacio". Quiero pensar en lo que nos ha pasado. Necesito aclarar mis ideas: qué quiero, y con quién lo quiero. Es difícil, puede que me esté equivocando, pero seré consecuente. Sé que puedo salir de esto sola, solo es un mal día. Quizás mañana el sol brille y consiga darme cuenta de que, tú no eres el motivo por