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A ti. Gracias.

Y después de esto, habrá gente que hable...

A día de hoy, siento que no necesito más de lo que tengo. Alguien especial con quien compartir mi día a día, en quien puedo confiar: ser un libro abierto sin miedo a prejuicios. Un sentimiento tan recíproco como puro. No necesitamos mucho para sentirnos bien, solo con una charla profunda, en el parque de siempre, en el banco de siempre.

Puede que otros no lo entiendan, e incluso nos miren mal al pasar, pero, es hora de mirar por cada uno. Dejar a un lado el qué dirán. Que me la suda si hablan de mi, básicamente.

Cada rato que pasa, cada encuentro con otras personas, cada conversación con gente a las que consideraba "amigos" me ha hecho reflexionar sobre el verdadero significado de la amistad. Y, ¿qué es la amistad?, ¿tiene fecha límite?, ¿es que hay alguien que decide cuándo comienza una amistad?.

La amistad es un vínculo que se forma entre personas que se aprecian, y que dan de sí de forma desinteresada. Para mí, otra mitad. Da igual el tiempo que lleven juntas, lo importante son las ganas de permanecer en los momentos más difíciles. Amigo no es aquel que te invita a salir de fiesta, sino el que está contigo en la peor de las situaciones, cuando no te soportas ni tú. Si en ese momento, alguien se queda: ésa es la que vale.

Puede que me haya equivocado en ocasiones. He valorado a quien no se lo merecía, he dado lo mejor de mi, y me han fallado. Pero gracias a todos los que me han fallado, hoy, he conocido a personas increíbles. Puede que haya gente que piense que me he quedado "sola", pero sinceramente, ahora, es el momento de mi vida en el que más acompañada me siento. No tengo una relación, ni la quiero. Tengo a alguien que me acompaña al infierno si hace falta. Y que nos llamen locas, si tenemos que serlo, lo seremos.

Y después de esto, habrá gente que hable... lo mejor de todo es que, no me importa.

En las buenas quien quiera, en las malas quien te quiere.

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